El vertido de líquidos en las calles provoca manchas, suciedad y malos olores, además de ser un foco de atracción de insectos o animales. También dificulta en gran medida la labor de recogida y expone al personal del servicio a salpicaduras de desechos, por eso te recomendamos aplicar como norma general la regla de las «3 C»